Se habla mucho acerca de la importancia de la ciencia y la investigación en nuestra sociedad: como herramienta para para mejorar el desarrollo, solución para la salida de la crisis, para generar empleos y competitividad, etc. La cuestión de la relación entre la investigación y la práctica profesional es también un tema recurrente, muy especialmente en el ámbito educativo. ¿Sirven las investigaciones educativas para su aplicación en la realidad cotidiana? ¿Se difunden las investigaciones y los docentes y educadores están al tanto de sus últimos avances? Los educadores y educadoras sociales venimos de una profesión eminentemente práctica y el tema de la investigación es algo relativamente novedoso.
La investigación en educación social
Hasta hace poco más de 30 años no teníamos titulación propia. Cuando en 1991 se creó la diplomatura, una parte importante del profesorado procedía de las titulaciones de magisterio, más centrados en la enseñanza reglada; y los diplomados y diplomadas en educación social no pasaban a formar parte de las facultades y escuelas de educación posteriormente, salvo algunas excepciones. La mayoría no realizaban o, al menos, no publicaban investigaciones en el sector. Con los estudios de grado se observa un pequeño cambio y hay un número creciente de titulados en educación social que siguen sus estudios, realizan el doctorado e investigan sobre la profesión o temas relacionados con la misma.
Contamos con algunas revistas especializadas como PedagogíaSocial, Educación social: Revista de intervención socioeducativa o Revista de EducaciónSocial que abordan investigaciones sobre el ámbito. ¿Cómo profesionales estamos al tanto de lo que se investiga en el sector? ¿Cómo investigadores estudiamos lo que interesa en la práctica profesional?
Universidades y colegios profesionales
Ahora mismo nos encontramos inmersos en el VIII Congreso de Educación Social, que aúna el mundo profesional de los educadores y educadoras sociales con el académico, las universidades. Una vinculación que debería ser fuerte, constante y productiva para la defensa de la educación social. La investigación en el ámbito socioeducativo puede ayudarnos a buscar soluciones a problemas comunes entre diferentes profesionales, a evaluar las intervenciones y dotarnos de herramientas para realizar estas evaluaciones, a compartir resultados y buenas prácticas e, incluso, poner en valor problemas incipientes entre los diferentes profesionales e investigadores...
Universidades y colegios profesionales deberían ir de la mano en la investigación en educación social. Publicar más y mejor es una manera de defender la profesión. Conseguir un corpus teórico propio nos hará a los educadores y educadoras sociales más fuertes. Partir de los intereses de los profesionales, compartir resultados y guiarse en la práctica por la evidencia científica es necesario. Que sean los propios profesionales quienes formen parte de esas investigaciones.
Además, la unidad entre colegios profesionales y universidades genera un vínculo entre educadores y educadoras sociales en activo y estudiantes y nos permite defender la profesión de la una manera conjunta y hacernos más fuertes. Esta simbiosis debe producirse también en otros ámbitos, no solo en la investigación.
Un ejemplo de esto podría ser el comunicado conjunto del CEESCYL (Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Castilla y León) y CODE-CyL (Conferencia de Decanas/os y Directoras/es de Educación de las Universidades de Castilla y León). Ante un Anteproyecto de Ley de Cuerpos y Escalas propuesto por la Junta de Castilla y León que menospreciaba la figura de la educación social, el colegio profesional de la comunidad junto con las cuatro universidades que imparten la titulación en Castilla y León ( en cinco campus) , elaboran un documento en el que solicitan que el Grado o Diplomatura de Educación Social sea la única garantía para satisfacer las exigencias sociales actuales por las que se crea la escala de educadores/as sociales.
Investigación y acción conjunta entre la academia y los colegios profesionales pueden ayudarnos a hacer más y mejor profesión y avanzar en el lema del VIII Congreso: Educación social, dignidad y derechos. Como decía Freire: “no hay enseñanza sin investigación, ni investigación sin enseñanza”
