Últimamente la discusión sobre la conveniencia del móvil en el aula se ha abierto paso en el debate mediático. ¿Prohibir o permitir el uso móvil en el aula?
Familias, profesorado, sindicatos, tertulianos y políticos han entrado en un debate mediático sobre la utilización del móvil en el aula. La distracción es una de las causas que se esgrime desde la oposición al uso del móvil, junto a otras como la no necesidad de su uso en clase o la pérdida de algunas competencias básicas como la lectura y escritura.
Tres comunidades autónomas (Madrid, Castilla La Mancha y Galicia) tienen prohibido su uso personal y recreativo por normativa, mientras que en otras son competencias de determinados órganos colegiados de los propios centros educativos. Actualmente, el Gobierno se plantea regularlo.
Frente a esta postura de oposición, una serie de docentes han realizado un manifiesto a favor del uso de las TIC y el desarrollo de la competencia digital en las aulas. Este manifiesto se divide en tres puntos básicos:
- Beneficios y usos de las TIC en el Aula.
- Necesidad de fomentar el desarrollo de la competencia digital.
- Relación entre el uso de las TIC en el aula y presuntos efectos negativos en la salud.
La Sociedad del Conocimiento y competencia digital
Actualmente, y desde hace ya muchos años, estamos inmersos en la sociedad del conocimiento en la que las tecnologías de la información tienen un papel muy importante y considero que no podemos dar la espalda, por tanto, a la tecnología en el ámbito educativo.Tal es así que la competencia digital se encuentra entre las 8 competencias clave que se deben desarrollar en nuestro sistema educativo en las diferentes etapas. Es así ahora, con la actual LOMLOE, pero también lo fue antes con la LOMCE, de 2013, y con la LOE, de 2006.
La competencia digital docente
Además, hay que tener en cuenta el marco de referencia de la competencia digital docente o DigCompEdu que desarrolla las competencias digitales específicas requeridas para el ejercicio de la profesión docente en las diferentes etapas. Propone un marco distribuido en seis áreas con un desarrollo progresivo en relación con la correspondenciadel marco europeo. A su vez, estas seis áreas se dividen en tres bloques:
- Competencias profesionales de los docentes.
- Competencias pedagógicas de los docentes.
- Competencias docentes para el desarrollo de la competencia digital del alumnado.
Este último bloque, de competencias docentes para el desarrollo de la competencia digital del alumnado, recoge las competencias pedagógicas del profesorado aplicadas, de forma concreta, a la consecución de los objetivos de aprendizaje relacionados con el desarrollo de la competencia digital del alumnado y engloba, a su vez, dos áreas:
- Área 5: Empoderamiento del alumnado. Uso de las tecnologías digitales para mejorar la inclusión, la atención a las diferencias individuales y el compromiso activo del alumnado con su propio aprendizaje.
- Área 6: Desarrollo de la competencia digital del alumnado. Capacitación de los estudiantes para utilizar de forma creativa y responsable las tecnologías digitales para la información, la comunicación, la participación segura en la sociedad digital, la creación de contenidos, el bienestar, la preservación de la privacidad, la resolución de problemas y el desarrollo de sus proyectos personales.
Reflexión final
En mi opinión, la prohibición estricta del teléfono móvil en las aulas no tiene sentido en la sociedad en que estamos inmersos. Debe plantearse su uso educativo, atendiendo a sus posibilidades como herramienta para el aprendizaje y también debe trabajarse sobre sus riesgos en el aula. No debemos olvidar que el desarrollo de la competencia digital del alumnado incluye aspectos como la participación segura en la sociedad digital, el trabajo sobre la preservación de la privacidad o la resolución de problemas.
El uso del móvil o de cualquier otra tecnología en el aula, debe partir de criterios educativos, atendiendo a las posibilidades metodológicas que puede ofrecer su uso y debe estar fundamentado sobre la base de la investigación educativa. La herramienta tecnológica que utilicemos, sea el teléfono móvil u otra, debe estar supeditada a los objetivos de aprendizaje planteados y nunca debe ser el centro del proceso educativo. Es decir, partir de la idea que esa herramienta es un instrumento con la que trabajar para conseguir unos objetivos.
Quizá, puede ser bueno plantear el debate desde una posición templada, alejada del impacto mediático que ha tomado actualmente y centrado en el el uso racional de la tecnología en el aula. No olvidemos que los fines y principios de la educación van más allá de la formación académica y buscan el desarrollo integral del alumnado. Es por ello que aspectos como la competencia digital, para el buen uso de la tecnología, no pueden dejarse de lado.
¿Y tú qué opinas sobre el uso del móvil en el aula?
